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La Eneida, una narración mítica del viaje del héroe troyano Eneas, hace uso del mito, la historia y el orgullo cultural, para resumir todo lo que los romanos valoraban más sobre su sociedad. Además ofrece cuentos de aventuras con dioses y diosas, héroes y fantasmas, guerreros y amantes condenados. Virgilio el autor de la obra murió antes de terminar el trabajo, pero esto estableció su reputación como el poeta más importante de los romanos.

Busto del poeta romano Virgilio en el parque Virgiliano de Nápoles. Vía Wikimedia Commons
Busto del poeta romano Virgilio en el parque Virgiliano de Nápoles. Vía Wikimedia Commons

¿Cuál es el origen de la historial de La Eneida?

Para crear una consciencia de origen sobre la herencia romana La Eneida cuenta la historia de Eneas, un héroe de Troya, una ciudad de Asia Menor que los griegos destruyeron como se relata en la Iliada.

Según la leyenda, Eneas sobrevivió a la guerra y condujo a un grupo de troyanos en un viaje al reino del Lacio en el centro de Italia, donde finalmente se construyó Roma.

La historia de Eneas era mucho más antigua que la de Roma. El héroe aparece como un personaje en la Ilíada, en el epicentro de la Guerra de Troya según el poeta griego Homero.

A medida que Roma fue emergiendo como la principal potencia del mundo mediterráneo en el 200 a.C., los romanos se volvieron ansiosos por reclamar a Eneas y a los troyanos como sus ancestros. Algunos romanos incluso visitaron Ilium, una ciudad romana en Asia Menor en la que se decía se encontraba la antigua ciudad de Troya, la ciudad natal de Eneas.

Eneas era una figura ideal para servir como el legendario fundador de Roma. Como hijo de Afrodita (llamada Venus en la mitología romana), diosa del amor, y de Anquises, miembro de la familia real troyana, tuvo padres divinos y reales.

En esta pintura se puede ver a Eneas (de rojo) junto con Anquises (de azul) y su hijo en la isla de Delos. Vía Wikimedia Commons.
En esta pintura se puede ver a Eneas (de rojo) junto con Anquises (de azul) y su hijo en la isla de Delos. Vía Wikimedia Commons.

Además, los antiguos cuentos retrataban a Eneas como obediente, espiritual, valiente y honorable, que eran virtudes que los romanos creían que caracterizaban su cultura.

Finalmente, Eneas fue parte de la herencia griega tan admirada por los romanos. Sin embargo, como troyano más que como griego, proporcionó a los romanos una identidad distinta que no era griega, sino igualmente antigua y honorable.

Varios escritores romanos contribuyeron a la historia de cómo Eneas llegó a Italia para que sus descendientes pudieran construir Roma. La persona que reunió las partes de la leyenda en una gran epopeya nacional, sin embargo, fue Vergilius Maro, conocido como Virgilio. Su mecenas fue Augusto, el primer emperador de Roma. Augusto se consideraba descendiente directo de Eneas.

La Eneida de Virgilio glorificó no sólo a Roma sino también a Augusto, cuyo reinado fue descrito como el cumplimiento del gran destino romano que los dioses habían predicho hace mucho tiempo.

¿Cuál es la estructura y estilo de La Eneida?

Virgilio modeló la Eneida en base a la Ilíada y la Odisea, las muy admiradas epopeyas de Homero sobre la antigua Grecia. Al igual que los poemas griegos, la Eneida presenta la Guerra de Troya, un héroe en un largo y difícil viaje, y excitantes descripciones del combate cuerpo a cuerpo entre valientes guerreros.

También es similar en forma a las epopeyas griegas: los doce libros de la Eneida cubren dos temas principales, las andanzas de Eneas después de la Guerra de Troya, y las guerras en Italia entre los troyanos y los latinos.

¿Qué cuenta La Eneida y cuál es su significado?

Los viajes de Eneas representados en un mapa.
Los viajes de Eneas representados en un mapa.

En el Libro 1 Eneas y sus seguidores llegan a Cartago, en el norte de África, después de escapar de una tormenta enviada por Juno (llamada Hera en la mitología griega), la reina de los dioses. Al principio de la historia, Virgilio establece el hecho de que Juno hace todo lo que puede para arruinar los planes de Eneas debido a su odio hacia los troyanos, mientras que Venus lo apoya. Júpiter (llamado Zeus en la mitología griega), el rey de los dioses, revela que Eneas llegará finalmente a Italia y sus descendientes fundarán un gran imperio.

En el libro 2, Eneas le cuenta a Dido, la reina de Cartago, cómo los griegos ganaron la guerra de Troya y cómo Eneas y sus seguidores escaparon de Troya.

Esta pintura de Cézanne retrata el momento en que Eneas conoce a Dido en Cártago.
Esta pintura de Cézanne retrata el momento en que Eneas conoce a Dido en Cártago. Vía Wikimedia Commons

Esta historia dentro de una historia continúa en el Libro 3, en la que Eneas describe a Dido los primeros intentos de los sobrevivientes de Troya de fundar una ciudad.

El libro 4 revela que Dido está enamorada de Eneas y que ambos se convierten en amantes; sin embargo, el destino tiene otros planes para el líder troyano. Júpiter envía a Mercurio (llamado Hermes en la mitología griega), el mensajero de los dioses, para recordar a Eneas que su destino está en Italia.

La visita de Mercurio a Eneas recordándole que debe seguir con su camino.
La visita de Mercurio a Eneas recordándole que debe seguir con su camino.Vía Wikimedia Commons

En el libro 5 de la Eneida, los troyanos llegan a Sicilia, una isla frente a las costas de Italia, y Eneas organiza unos funerales para honrar la muerte de su padre, Anquises. Mientras los funerales están en progreso, Juno intenta destruir la flota de Troya, pero Júpiter salva la mayoría de los barcos y los troyanos continúan su viaje.

En el Libro 6, los troyanos llegan a Cumas en Italia, y Eneas visita el santuario de la Sibila Cumana, un famoso oráculo, que lleva al héroe a una visita al inframundo, donde se encuentra con el fantasma de su padre. Otra profecía revela a Eneas que Roma alcanzará la grandeza en el futuro.

Pintura que representa a Eneas visitando a la Sibila Cumana.
Pintura que representa a Eneas visitando a la Sibila Cumana. Vía Wikimedia Commons

Los libros 7 a 11 hablan de la llegada de los troyanos al Lacio, el reino de los latinos en el oeste de Italia. Los recién llegados son bienvenidos al principio, pero luego estalla la guerra entre los troyanos y las tribus latinas, desencadenada por la intromisión de Juno. Venus ayuda a Eneas dándole una nueva armadura y armas con imágenes de la gloria futura de Roma. Júpiter entonces prohíbe a los dioses interferir más.

El último libro de la Eneida relata la poderosa batalla entre Eneas y el héroe latino Turno, principal oponente de los troyanos. Eneas gana la pelea y es libre para casarse con Lavinia, hija del rey latino Latino.

La epopeya y su relación con el nacionalismo

La Eneida demostró que un poema épico puede expresar los valores de un pueblo y glorificar su historia. Después de 1800, Europa vio un aumento del nacionalismo, y los escritores europeos comenzaron a producir epopeyas nacionales basadas en cuentos populares, leyendas e historia.

Muchos de estos escritores usaron la Eneida y las antiguas epopeyas griegas de Homero como modelos. Entre las epopeyas nacionales más famosas escritas en esta época se encuentran el Kalevala finlandés (1835-1836), de Elias Lönnrot; el Kalevipoeg estonio (1857-1861), de F. R. Kreutzwald; y El Cantar de los Nibelungos (Nibelungenlied alemán) escrito hacia 1200 por un poeta anónimo.

La Eneida en Contexto

La Eneida se diferencia de las epopeyas de Homero en la forma en que reflejan las diferentes culturas sus respectivos autores. Los estudiosos de la literatura todavía no saben con certeza si Homero existió o no. Puede que haya existido o no un autor individual encargado de reunir en un solo texto las historias incluidas en La Ilíada y La Odisea. En cualquier caso, los narradores contaron y volvieron a contar las epopeyas griegas durante un largo periodo antes de que fueran escritas. Muchas características de su estilo, como la repetición frecuente de frases e imágenes, reflejan los métodos de memorización utilizados por los narradores orales.

Virgilio, por el contrario, era un hombre educado que escribía un poema para los lectores, no para los oyentes. Estudió las leyendas tradicionales de Grecia e Italia, determinó su trama y pulió su lenguaje.

Virgilio primero escribió toda la Eneida en prosa, usando la estructura y el formato normal de la oración, y luego la convirtió en verso unos pocos versos a la vez.

Mientras yacía en su lecho de muerte, Virgilio pidió que se destruyera el manuscrito de su obra aún no terminada. Sin embargo, el Emperador Augusto conservó la obra y la hizo publicar poco después de la muerte de Virgilio, en el año 19 a.C. La decisión de Augusto se basó sin duda en la inestable situación de la Roma republicana tardía (91-30 a.C.) y en la necesidad de un mito unificador que todos los romanos pudieran respaldar.

Roma había pasado por un período caótico durante la vida de Virgilio, incluyendo una serie de guerras civiles, el asesinato de Julio César y la caída de la República.

Augusto, sobrino nieto adoptivo y sucesor de Julio César, tuvo que luchar contra poderosos rivales, entre ellos el general Marco Antonio, por el control total del recién creado Imperio Romano. Después de solidificar su poder, declaró que su objetivo era purificar Roma y restaurar su moralidad.

Pintura de Jean-Joseph Taillasson que muestra a Virgilio leyendo su obra a Augusto y Octavia
Pintura de Jean-Joseph Taillasson que muestra a Virgilio leyendo su obra a Augusto y Octavia

La Eneida ayudó a definir orgullosamente a Roma y a unificar a los muchos grupos dentro del imperio que se habían peleado durante tanto tiempo.

¿Qué temas explora la Eneida?

A lo largo de la Eneida, Virgilio describe muchas profecías, en todas ellas Roma se convierte en un gran imperio. El significado de las profecías es claro: Roma gobierna el mundo porque está destinada a hacerlo, un hecho que cuenta con el apoyo de los dioses.

Al final de la epopeya, Eneas puede casarse con Lavinia, una princesa latina. Su matrimonio simboliza la unión entre los pueblos latinos y troyanos, y sus descendientes representan el nacimiento del Imperio Romano.

En el libro 4, después de que Eneas y sus seguidores dejan Cartago, Dido se suicida por la desesperación. Este episodio muestra la voluntad de Eneas de sacrificar sus propios deseos para obedecer la voluntad de los dioses. También crea una explicación legendaria para la hostilidad existente entre Cartago y Roma.

El suicidio de Dido la reina de Cártago, tras ser abandonada por Eeneas,  fue una de las explicaciones para la hostilidad entre romanos y cartagineses
El suicidio de Dido la reina de Cártago, tras ser abandonada por Eeneas, fue una de las explicaciones para la hostilidad entre romanos y cartagineses

La Eneida en el Arte, la Literatura y la Vida Cotidiana

Cualquier cosa que Virgilio pudiera haber pensado sobre su trabajo mientras yacía en su lecho de muerte, fue olvidada cuando otros autores y el publico romano rápidamente reconocieron que la Eneida era una obra maestra.

A los romanos les encantaba el poema. Les dio una historia cultural impresionante y justificó la orgullosa expectativa de que estaban destinados a gobernar el mundo. Sin embargo, incluso después de la caída del Imperio Romano, la gente continuó leyendo y admirando la Eneida.

Durante la Edad Media, muchos europeos creían que Virgilio había sido mago y que la Eneida tenía propiedades mágicas. Esto podría deberse a que la historia contenía tantos presagios, o signos místicos de los acontecimientos venideros.

La gente leía pasajes de la obra y buscaba significados ocultos o predicciones sobre el futuro. Tan admirado era Virgilio que el poeta italiano Dante Alighieri, que escribió a finales de los años 1200 y principios de los 1300, lo convirtió en un personaje central de su propia epopeya religiosa, La Divina Comedia. En la obra de Dante, Virgilio guía al narrador por el infierno y el purgatorio, pero no puede entrar al cielo porque no era cristiano.

La Eneida además ha inspirado tanto a compositores musicales como a escritores, y muchas óperas se han basado en la obra de Virgilio. Entre los más conocidos se encuentran Dido y Eneas (1690), del compositor inglés Henry Purcell, y Los troyanos (1858), del compositor francés Héctor Berlioz.

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