Mitos, leyendas y folclore del mundo...
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Bienvenido a Mitos y Más un espacio en el que cuento mitos y leyendas de todo el mundo, historias desarrolladas por diversas culturas, en las que monstruos, dioses, heroes y humanos, conviven, algunas ampliamente conocidas, aunque tal vez tengan matices que te sorprenderían, otras poco extendidas, pero que tienen mucho que decir.

Cuando pensamos en la receta para crear terroríficos seres hibridos, resultado de cruzar diversos animales, el humilde pollo probablemente se encuentre cerca del mal de la lista de ingredientes a usarse.... a menos que, por supuesto, se esté hablando de la cocatriz.

Dibujo medieval que muestra una cocatriz, una especie de híbrido entre gallo y dragón, que fue extremadamente popular en la época medieval. Vía Wikimedia Commons.
Dibujo medieval que muestra una cocatriz, una especie de híbrido entre gallo y dragón, que fue extremadamente popular en la época medieval. Vía Wikimedia Commons.

Los relatos antiguos cuentan que esta tenebrosa criatura aparece cuando un huevo puesto por un gallo es incubado por una serpiente o un sapo, el resultado de este proceso, un monstruoso ser alado con la cabeza y las patas de un gallo y el cuerpo de una serpiente, o un dragón. ¿Aún no tienes miedo?

Pues aun hay algo más, estas criaturas vienen equipadas con una mirada mortal capaz de fulminar de forma instantánea a cualquiera que se atreva a cruzar su mirada con este ser, y si eso no fuera suficiente, su aliento es venenoso, creo que es suficiente para creer que encontrarse con alguno de estos seres no es la mejor de las opciones.

Antes de continuar con el episodio te recuerdo que puedes encontrar la transcripción y más información sobre mitología universal en la página web, mitosymás.com, además de que me gustaría escuchar tus comentarios y sugerencias, los puedes hacer a través de las redes sociales del podcast, te dejo el enlace en la descripción.

La cocatriz es a menudo confundida con el basilisco, otro interesante ser mítico, si bien los dos seres están estrechamente relacionados, la principal diferencia es que el basilisco es el huevo de un sapo o una serpiente incubada por un gallo.

Esto hace que los dos seres fantásticos sean primos cercanos en términos de apariencia y propiedades mágicas.

Si bien el basilisco sea posiblemente una criatura mucho más conocida hoy en día, sobre todo por su inclusión en Harry Potter, la cocatriz tiene unos cuantos cameos en un libro mucho más antiguo... la Biblia del Rey Jacobo.

En Isaías 59 por ejemplo, se menciona "incubar huevos de cocatriz" como una metáfora interesante que se refiere al pecar a través de mentiras y travesuras... tristemente para la cocatriz la versión revisada reemplazó su figura por la del basilisco, quien a su vez fue expulsado por una vieja y aburrida víbora en el momento en que se lanzó la versión estándar internacional. Sin embargo, eso no impidió que el Papa León IV, asesinara a una cocatriz de 10 metros de largo, que se ocultaba en una caverna cercana a durante el siglo IX.

Ilustración del Papa Leon IV tomada del libro The Lives and Times of the Popes de Chevalier Artaud de Montor. Vía Wikimedia Commons.
Ilustración del Papa Leon IV tomada del libro The Lives and Times of the Popes de Chevalier Artaud de Montor. Vía Wikimedia Commons.

La biología básica nos enseña que es imposible que los gallos pongan huevos, así que ¿de dónde viene la idea de los huevos de gallo? A veces (a menudo cuando están empezando a poner) una gallina puede producir huevos irregulares, que a menudo son mucho más pequeños de lo normal, y no poseen yema; algunos pobladores de las regiones antiguas creían que estos huevos eran puestos por los gallos. También se creía que las serpientes (o sapos) podían robar fácilmente estos huevos más pequeños e incubarlos, produciendo así una cocatriz.

El folklore dice que al encontrar uno de estos huevos, hay que tirarlo inmediatamente por encima de la casa, con el fin de despejar el tejado, y evitar el nacimiento de la mítica bestia.

Si no has logrado evitar que una cocatriz nazca, estas pueden ser eliminadas ya sea colocando un espejo frente a ellas, con el fin de que su propia mirada las mate, o a través del canto de un gallo real.

En la Edad Media, donde estas historias se tomaban como reales, los antiguos bestiarios recomendaban a los viajeros llevar un gallo con ellos, con el propósito expreso de matar a cualquier basilisco o cocatriz que pudieran encontrar en sus viajes.

¿No te gustan los gallos? Pues no hay problema puedes probar con una comadreja; que es considerado como uno de los pocos animales que no se ven afectados por la mirada mortal y el veneno de la cocatriz, y que además atacara a cualquier cocatriz que se cruce en tu camino.

Cocatriz en un sello heráldico. Vía Wikimedia Commons.
Cocatriz en un sello heráldico. Vía Wikimedia Commons.

El historiador griego Plinio el Viejo tiene algunas cosas adicionales que contarnos sobre estos llamativos seres.

En su Historia Natural, cuenta sobre el haber visto a un chorlito (una especie de ave, entrando en la boca de un cocodrilo del Nilo para limpiar sus dientes, algo que podría explicar el origen aviaría reptiliano de esta criatura.

También dio pistas sobre otro ser que puede tener que ver con el origen de la tradición tanto de la cocatriz, como del basilisco, ya que indica que en Africa, existe una serpiente, a la que Plinio nombra como la serpiente basilisco cuya mirada es capaz de matar de manera inmediata a quienes la miran, el reptil en cuestión, no mide más de treinta centímetros de largo y tiene marcas blancas en la cabeza similares a una diadema. Las otras serpientes huyen ante su siseo, y a diferencia de sus congéneres no se mueve arrastrándose por el suelo, sino que avanza en posición erguida, finalmente su tacto e incluso su aliento queman la hierba, matan los arbustos y rompen las rocas, lo que justifica la presencia de desiertos en las zonas donde estos seres habitan.

Claro que Plinio, es el mismo autor que también afirmó que en la misteriosa tierra de la India, existía un estado de guerra entre dragones y elefantes gigantes, lo que lo convierte en un guía turístico cuestionable.

Aun así, si te sientes aventurero y quieres viajar a esas misteriosas tierras para ver una cocatriz en carne y hueso, recuerda llevar contigo un gallo, una comadreja o un Papa del siglo IX, sí lo sé, el último objeto puede requerir doblar las leyes del espacio-tiempo, pero cualquier cosa puede ser posible en el país de la cocatriz.

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Fuentes consultadas:

  • Breiner, L. A. (1979). The Career of the Cockatrice. Isis, 70(1), 30-47.
  • Carroll, R., & Prickett, S. (Eds.). (2008). The Bible: Authorized King James Version. OUP Oxford.
  • The medieval bestiary. Basilisk. Disponible online en http://bestiary.ca/beasts/beast265.htm
  • El Viejo, P. (1995). Historia natural. Libros VII-XI.
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