Mitos, leyendas y folclore del mundo...

Bienvenido a Mitos y Más un espacio en el que cuento mitos y leyendas de todo el mundo, historias desarrolladas por diversas culturas, en las que monstruos, dioses, heroes y humanos, conviven, algunas ampliamente conocidas, aunque tal vez tengan matices que te sorprenderían, otras poco extendidas, pero que tienen mucho que decir.

En el episodio de hoy y acercándonos a la temática de Halloween, hablaremos de zombies, y del curioso caso de Clairvius Narcisse, una especie de no muerto cuya historia fue contada por el etnobotánico Wade Davis, antes de comenzar no olvides que puedes encontrar las notas de este episodio y más contenido interesante sobre mitología en mi web, mitosymas.com, además puedes seguir las redes sociales de este podcast en Facebook y Twitter, cuéntame que historias, mitos y leyendas, te gustaría que tratemos en los próximos episodios. Empecemos.

Los zombis son una parte crucial de nuestra mitología doméstica.

Un zombie en una de las multiples marchas zombies realizadas alrededor del mundo. CC BY Gake Skidmore.
Un zombie en una de las multiples marchas zombies realizadas alrededor del mundo. CC BY Gake Skidmore.

Es un mito extraño si nos ponemos a pensar, pero es uno que todos compartimos: y seamos sinceros, nos gustan los no-muertos.

Y al hablar de no muertos, no podemos dejar de mencionar al vudú, una religión culturalmente rica y diversa, y con un patrimonio que a menudo pasamos por alto.

Entonces, ¿qué es un zombi y por qué se ha convertido en parte de nuestro entorno cultural? ¿Son sólo parte de nuestra imaginación ficticia, o hay algo real que aprender aquí?

El primer germen de la creencia en los zombis se remonta a África, donde se conoce que tribus nativas de Gabón y el Congo, creían que los muertos podían permanecer de manera espiritual en este mundo, estos espíritus eran llamados ndzumbi o nzambi, y aunque el papel original de estos seres no está claro, el germen de estos prezombies por así decirlo, se extendió hacia las Américas, durante el siglo XVI, debido a la trata de esclavos. Gracias a este proceso en que muchas de las creencias nativas de África incluyendo la de los espíritus no muertos llegó y se hizo común en muchos países de América Central y del Sur, pero el caso más famoso de todos fue quizá el de Haití.

Tras años de brutalidad, los esclavos haitianos se levantaron y derrocaron a sus amos. En 1804, declararon la primera república negra libre del mundo y, a diferencia de los aun esclavos de los países vecinos, los haitianos eran libres de practicar sus propias creencias espirituales. Aunque Desafortunadamente, sus creencias originales se habían confundido con otras religiones del mundo durante los años transcurridos desde que dejaron África. De esta mezcla, nació una nueva religión: Vudú.

El vudú absorbió muchas ideas antiguas africanas, incluyendo a los "zombis" no muertos, pero también dio un nuevo giro a la leyenda al afirmar que los zombis fueron creados y controlados por sacerdotes vudúes. Los haitianos creían que estos zombis eran utilizados como esclavos personales de los sacerdotes, pero el mundo occidental, no tardo en calumniar a la joven república creada por esclavos, por lo que todo lo relacionado con el vudú fue calificado como sangriento y terrorífico.

Representación de un zombi vudú entre cañas de azúcar. Vía Wikimedia Commons.
Representación de un zombi vudú entre cañas de azúcar. Vía Wikimedia Commons.

En 1915, las fuerzas de los Estados Unidos de América comenzaron una invasión contra el pequeño país, y dado que el mundo occidental tenía una tradición de demonizar a Haití, los soldados estadounidenses estaban preparados para encontrar horrores en abundancia en este nuevo país. Sin embargo a su llegada no encontraron nada más que historias de fantasmas sobre brujería y zombis.

Estas historias fueron traslados por los soldados hacia los estadounidenses quienes añadieron un poco de sangre extra a las leyendas y las convirtieron en revistas de ficción y en unas cuantas películas de terror a pequeña escala.

Eventualmente, el atractivo exótico de los zombis comenzó a desvanecerse y a desaparecer de la ficción, hasta que fueron reimaginados en la Noche de los muertos vivientes, una película revolucionaria, presentada en 1968 que mucha gente considera como la causa del boom de los zombies en la cultura popular, en la que han poblado películas, series, videojuegos y libros de ficción.

No hace te falta ser un fan de las películas de terror o de los videojuegos para que te fascinen los zombis. Muchos psicólogos y sociólogos han utilizado a los zombis como una forma de seguir la evolución de los miedos culturales a lo largo del tiempo.

Aunque confinados en Haití, los primeros zombis eran una clara metáfora de los horrores de la esclavitud. Los espíritus no-muertos originales fueron compadecidos porque no pudieron regresar a lan Guinee, algo así como una vida después de la muerte, similar a la patria de los esclavos. En cambio, se vieron obligados a vagar por las plantaciones extranjeras para siempre. Después de la abolición de la esclavitud, los haitianos continuaron temiendo que se les pudiera obligar a volver a la esclavitud, como lo demuestra su temor a que los sacerdotes vudúes los transformaran en zombis obedientes e inconscientes.

Pintura de Johann Moritz Rugendas que representa el interior de una navio negero, el comercio de esclavos permitió una amplia transmisión de diversos mitos y leyendas africanas en diversos países de las Américas, siendo uno de los casos más llamativos el de Haiti.
Pintura de Johann Moritz Rugendas que representa el interior de una navío negrero, el comercio de esclavos permitió una amplia transmisión de diversos mitos y leyendas africanas en diversos países de las Américas, siendo uno de los casos más llamativos el de Haiti.

Ahora hablemos de Clairvius Narcisse. Un haitiano que vivió entre 1922 y 1962, un total de cuarenta años, o al menos eso es lo que dice su certificado de defunción.

Aunque la historia no termina ahí, por que este haitiano fue encontrado 18 años después de su muerte vagando semidesnudo y estado de shock en las afueras de su pueblo natal, y murió por segunda vez en 1994.

El etnobotánico Wade Davis, se encargó de documentar la historia de Narcisse en su libro La serpiente y el arco iris, que posteriormente sería llevada a la pantalla gigante, por parte de Wes Craven conocido por su serie de películas Pesadilla en la calle Elm, la película sobre nuestro zombie de la vida real, tuvo una cogida aceptable, y permitió popularizar la historia.

A pesar de todo, Davis cuenta con muchos escépticos en la comunidad científica, quienes han criticado la veracidad de su trabajo, debido a fallas en la recolección de datos, y el poco conocimiento del lenguaje y las costumbres locales que tenía el investigador.

Pero consideremos la narración desde una perspectiva diferente: la de su hermana, Angelina.

Imagínate ver a tu hermano de cuarenta años yendo al hospital.

Imagínate que deja el hospital muerto, certificado por dos médicos entrenados en Estados Unidos.

Imagínate enterrarlo.

Sólo que no estaba muerto. Había sido envenenado por un Bokor, un mago vudú.

Después de ser envenenado, lo metieron en un ataúd, muy vivo, pero incapaz de moverse, de hablar, de gritar. Muerto para el mundo, pero completamente consciente.

Ahora imagínate la conmoción de Angelina, cuando 18 años después se le acercó casualmente en un mercado abierto.

Si vamos a creer su historia, su hermano mayor hizo zombificar a Clairvius por una disputa de tierras.

Pasó dos años en una plantación, esencialmente como mano de obra esclava.

Durante esos dos años se le dio una ración diaria de una sustancia sedante, al igual que a los otros prisioneros.

Después de que una revuelta que dejó al bokor muerto, Clairvius huyó.

Durante dieciséis años escapó temeroso de su hermano, esperando volver a casa, mendigando en las calles.

Y cuando su hermano mayor finalmente murió, volvió a casa.

Fue entonces cuando se acercó a su hermana, Angelina.

Pero el de Clairvius no es el único caso, los informes como este se remontan muy atrás. La autora y folclorista Zora Neale Hurston fue a Haití en la década de 1930, y en su libro Tell My Horse narra una historia similar; en ese caso, el de una mujer zombificada durante casi tres décadas. Estos informes a pesar de haber sido muy criticados continúan resultando muy fascinantes hasta el día de hoy.

Si Wade Davis tiene razón, el ingrediente activo de la droga zombie es la Tetrodotoxina, un extracto proveniente del pez globo, existente en los mares de Japón y el Mar Caribe, esto asociado con muchas otras sustancias orgánicas y botánicas, incluyendo la carne y los huesos de humanos muertos.

Otro ingrediente podría ser la escopolamina, conocida por su capacidad de inducir la sugestión en sus víctimas.

E incluso si Wade Davis está equivocado, una cosa es segura:

Un hombre que se creía Clairvius Narcisse encontró a su hermana después de 18 años de estar muerto, y ella creyó que era su hermano.

Y a veces, la creencia supera a la realidad.

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