Pandora: Esperanza en el cadalso
Los griegos no fueron muy benevolentes con la historia en torno a la primera mujer de la creación.
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Imagina que llegas a la tierra enviada por los dioses, te han creado de manera única, llevas lo mejor que cada deidad pudo darte, y al ser nueva en un mundo extraño para ti todo te llama la atención, es el día de tu boda, y los dioses te entregan un jarrón, un regalo muy llamativo, que tiene una sola indicación, no abrir, así de tajantes suelen ser los designios de los dioses, sin embargo tú sientes que debes hacerlo, abrir el jarrón, a pesar de que te lo hayan prohibido, la curiosidad te obliga, y así lo haces.
Recordemos la historia que conocimos en el último episodio, en la que hablamos del pobre Prometeo, él Titan que entrego el fuego a los hombres.
Si a los hombres y no a la humanidad, algo expresamente intencional y claramente no sexista. Esto debido a que en este mito griego en particular, no existían mujeres, solo hombres.
Claro que existían deidades y seres mágicos de apariencia femenina: Diosas, Ninfas y Hadas. Pero, ¿mujeres? Ninguna, ni una sola mujer.
Era, por así decirlo, y usando el lenguaje coloquial moderno, una fiesta de salchichas.
Volviendo al mito de Prometeo, Zeus, no estaba contento con lo que había sucedido, y guardaba aún cierto rencor a la humanidad.
Así que maquinó un plan, con el fin de castigar a todos los hombres, ya que debido a las faltas que Prometeo había cometido, toda la humanidad se había beneficiado.
Bienvenidos a Mitos y más, un espacio en el que cuento mitos, leyendas de todo el mundo, historias desarrolladas por diversas culturas en las que dioses, monstruos, héroes y humanos conviven, algunas ampliamente populares que crees conocer, pero que tienen trasfondos y orígenes que pueden sorprenderte, otras que posiblemente no has escuchado, pero que realmente deberías oír.
Cómo decíamos Zeus planeo castigar a toda la humanidad, su plan implicaba enviar un regalo a Epimeteo, el hermano un poco tonto de Prometeo, esto debido a que Epimeteo continuaba en contacto con los seres humanos.
El regalo era el producto del trabajo artesanal de Atenea y Hefesto, y contó con la participación de todos los dioses cada uno de los cuales fue añadiendo un don especial. Imagina un objeto creado por la mismísima Diosa de los Encantos, y el Dios de la Tecnología, codo a codo, era lo más hermoso de toda la creación.
Bueno en realidad quizá sea mejor decir fue el sujeto más hermoso de todo la creación, en lugar de objeto.
Porque sí, el regalo tan hermoso, era la primera hembra humana, la primera mujer, su nombre Pandora, que significa «La que lleva todos los regalos».
Tras su creación, Zeus presentó a Pandora a Epimeteo, y Epimeteo quedo prendado de la mujer.
Luego Zeus sugirió que debido a su afinidad, un matrimonio sería lo correcto, y Epimeteo aceptó con gusto.
Así que se organizó una boda, grande y fastuosa, en la que se entregaron muchos regalos a la pareja, entre todos ellos, se encontraba un jarrón sellado.
Un jarrón muy llamativo, que venía con una simple instrucción de parte de los dioses: No abrir.
Antes de que todo esto pasara, Prometeo, que era alguien muy precavido, había advertido a su hermano sobre los riesgos de aceptar regalos provenientes de Zeus. Así que Epimeteo estaba sobre aviso.
Además los dioses, habían advertido a Pandora que no abriera su jarrón.
Es llamativo como todo nos lleva a pensar en cuál será el desenlace de la historia, a más de porque ya sabemos como continúa la narración, por el hecho de que ninguno de nosotros podría resistir la tentación de abrir el jarrón si en algún momento llegara a nuestras manos.
Y fue exactamente lo que Pandora hizo, abrir el jarrón.
Al menos la Eva bíblica tenía una serpiente a la que culpar por causar la desgracia de la humanidad; pero Pandora, no tenía una excusa clara, salvo su propia curiosidad.
Cuando Pandora abrió el jarrón, salieron volando todos los males de la humanidad, todos venían encerrados en el interior del jarrón:
Guerra, Peste, Hambre, Muerte.
Miedo, Vergüenza, prejuicio.
Codicia, Violencia.
Esperanza.
En el momento justo, Pandora cerró el jarrón.
Todos los males escaparon, excepto la dolencia final, la pena última, la aflicción más cruel:
La Esperanza.
¿Ironía intencional?
Talvez…
La Esperanza, esa idea que nos ha permitido creer en cosas imposibles, y que se ha presentado como el último regalo que los dioses griegos nos entregaron, es en verdad un don, no es raro que venga encerrada en el mismo jarrón que todos los males, es la esperanza algo inherentemente bueno. Podríamos pensar que sí, que la esperanza nos da esa razón para seguir luchando contra todo y contra todos, pero y si estas en el cadalso, sigue siendo la esperanza el hilo conductor de la existencia.
El primer relato acerca de Pandora proviene de Hesíodo. El que cabe aclarar no era un fan de Pandora en particular, ni de ninguna de las mujeres en general.
Esto debido a dos razones:
En primer lugar porque según él la mujer posee un carácter que les lleva a la insatisfacción, además de que describe a la mujer como insaciable, consumiendo la comida y los recursos que llegan al hogar, que nunca es suficiente.
En segundo lugar debido a que si el hombre huye del matrimonio y consigue tener una vida feliz, cuando muera no tendrá a nadie a quien entregarle su hacienda y esta se dispersará entre los parientes. Ambos casos desencadenarán en una catástrofe.
Además coloca en la boca del propio Zeus la descripción de Pandora como: “un mal con el que todos se alegren de corazón acariciando con cariño su propia desgracia” y es que la mujer ha sido creada bajo el modelo de las diosas, como un ser muy bello y seductor, un mal que atrae y no aterra.
Pero Zeus no había terminado de meterse con la humanidad. Su próximo acto de ira sería una inundación para exterminar a la raza humana, algo que se narra Las Metamorfosis del poeta romano Ovidio.
A pesar del destino oscuro que le esperaba a la raza humana, algunos mortales se salvaron, Pirra, la hija de Pandora, y Deucalion el marido de Pirra e hijo de Prometeo, junto con sus seis hijos, sobrevivieron al diluvio.
Tras el diluvio el mundo estaba limpio, pero la progenie de Pandora sobrevivió.
Al parecer, a veces, la esperanza si es algo bueno, incluso en el cadalso…
Fuentes consultadas:
- Shua, A. M., & Falcone, F. (2011). Dioses y héroes de la mitología griega. Alfaguara.
- Commelin, P. (2017). Mitología griega y romana: El gran clásico de la literatura mitológica ahora recuperado. La Esfera de los Libros.
- Cardona, F. L. (2018). Mitología griega. Ediciones Brontes.