Mitos, leyendas y folclore del mundo...

Hola, soy David, y me apasionan los mitos, las leyendas, y el folclore del mundo, es por eso que he desarrollado este espacio, en el que te invito a viajar por el mundo, conociendo los más diversos mitos, leyendas e historias folclóricas, que nos permiten conocer y entender como veían y entendían el mundo, diferentes seres humanos en diferentes momentos de la historia.

Pido disculpas porque no he subido episodios de manera constante en los últimos días, pero he tenido que solucionar algunos problemas relacionados con el hosting del podcast. Espero que los fallos técnicos no se vuelvan a presentar y contemos con el beneplácito de los dioses y diosas para continuar con este proyecto.

Nos trasladamos en esta ocasión hasta Coldbath Square Fields, localizado en Londres, una ciudad que hoy por hoy goza de la modernidad, pero que tiene en sus calles una gran número de historias por ser descubiertas, Coldbath es un lugar famoso tanto por la opulencia de algunos de sus habitantes, como por ser la sede de una de las cárceles más severas del antiguo Londres. Tanto así que existe un poema clásico de Coleridge y Southey, titulado La caminata del diablo, y publicado en 1799 en cuyos versos se mencionan esto.

“Mientras pasaba por Coldbath Fields vio
Una celda solitaria;
Y el Diablo se alegró, porque esto le daba una pista
Para remodelar sus prisiones en el infierno”.

Sin embargo nuestra historia se desarrolla algunos años más adelante, es la tarde del martes 28 de mayo de 1816, y en la casa número 12 de Coldbath Square, una mujer está a punto de morir. Su nombre es Jane Lewson, pero su muerte es interesante por varias razones.

Para empezar, esta viuda solitaria tiene 116 años de edad, lo que no esta nada mal si tomamos en cuenta esperanza de vida promedio de la época, unos 50 años aproximadamente, así que podemos decir que Lady Lewson logro soportar mucho tiempo esta batalla continua con la muerte que es la vida.

El personaje en cuestión, realizó un arduo trabajo para evitar la visita temprana de la muerte, aunque perdió a su esposo cuando tenía solo 26 años, decidió no volverse a casar, y cuidar ella misma de su pequeña hija. Afortunadamente su esposo, le dejo una herencia lo suficientemente buena como para que pudiera vivir cómodamente los próximos 90 años.

Pero la pequeña niña, creció, y después de un tiempo se casó, dejando sola Lady Lewson, que comenzó a mostrar una series de excéntricas costumbres.

En primer lugar, dejó de recibir visitas, aunque mantuvo a sus sirvientes, cambiando las sabanas, en las numerosas habitaciones de su casa, cada mañana.

Luego, sus viajes fuera de su mansión se hicieron cada vez menos frecuentes, y cuando salía, era notable su estilo de moda un poco anticuado para la época. De hecho, su estilo de ropa parecía tan anacrónico, que los lugareños la llamaron «Lady» Lewson, un apodo que paso a formar parte de su personaje.

Aún más extrañas eran las cosas que sucedían dentro de la mansión.

Al parecer Lady Lewson estaba obsesionada con la idea de ser atacada por los gérmenes, así que solo usaba una taza de té, convencida de que era la única que tenía un nivel de limpieza seguro para poder ser usada.

Además se negó categóricamente a que las ventanas de su casa fueran lavadas, por temor a que se rompieran y ella se resfriara. Las crónicas de la época dicen que en el momento de su muerte, las ventanas estaban tan sucias que la luz no podía pasar a través de ellas.

A ello podemos sumar que era enemiga de la ducha y el jabón, ya que creía que de esta manera ayudaba a mantener las enfermedades fuera de su cuerpo.

Sin embargo, el secreto para mantenerse viva durante tanto tiempo: consistíamos en untarse a diario con manteca de cerdo, un método profiláctico del que estaba segura que la mantendría en forma. Después de engrasarse la cara, literalmente, cubría su piel con amasijo de varias capas de maquillaje.

Todas estas ideas te suenan a las ideas de una mente trastornada no cierto, quizá debamos darle un poco de crédito, al menos tuvo a la parca a raya durante 116 años, pero la muerte tarde o temprano termina por visitarnos. Y Lady Lewson murió, pasando a formar parte de las muchas anécdotas curiosas que tiene la historia.

¿Te atreverías a seguir ese estricto regimen de mugre, ventanas sucias, y una única taza para alargar tu vida?

Yo no creo que podría atreverme a tanto, pero pensándolo bien, podría empezar a usar una sola taza.

Fuentes consultadas

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