Jasón y los Argonautas
El viaje de Jasón y los Argonautas fue una de las historias mas extendidas en la Antigua Grecia, en esta entrada exploramos este mito.
¿Quienes eran los Argonautas?
En la mitología griega, los argonautas eran un grupo de héroes que navegaban con Jasón en su búsqueda del Vellocino de Oro. Su viaje los llevó en numerosas aventuras y requirió la ayuda de muchos dioses diferentes. Entre los argonautas había hijos de reyes y de dioses. Según algunas fuentes, uno de los argonautas era una mujer, la cazadora Atalanta.
La búsqueda del vellocino
Jasón era hijo de Esón, el rey de Yolco, cuando Esón fue derrocado por su hermano Pelias, el rey envió a Jasón para que lo criara el centauro sabio llamado Quirón.
Más tarde Jasón regresó a Yolco para reclamar el trono. Pelias accedió a dárselo si primero encontraba y traía el Vellocino de Oro del Reino de Colquis, lo que Pelias consideraba una tarea casi imposible.
¿Qué era el Vellocino de Oro?
El Vellocino de Oro, consistía en la piel de un carnero con alas conocido como Crisómalo, que había sido enviado por los dioses para salvar a Frixo y a Hele, hijos del rey Atamante.
Las vidas de estos niños estaban en peligro a causa de su madrastra Ino, que había convencido a Atamante de sacrificarlos con el fin de terminar con la hambruna de la ciudad, es así que apareció un carnero de piel dorada y con alas, que los jóvenes montaron para huir del lugar.
Mientras el carnero los llevaba a un lugar seguro, Hele cayó al mar y se ahogó. El área donde cayó fue nombrada como estrecho de Helesponto.
Su hermano Frixo llegó a Colquis a salvo. Allí sacrificó el carnero a Zeus. El Vellocino de Oro fue colgado de un árbol en una arboleda consagrada a Ares, custodiado por una serpiente que nunca dormía.
El viaje en el Argo
Jasón ordenó que se construyera un barco, el Argo, y envió mensajeros por toda Grecia para pedir a otros que se unieran a él en su búsqueda del Vellocino de Oro.
Después de reunir a un grupo de cincuenta héroes, Jason partió.
La aventura de Lemnos y la vida de Heracles.
La primera aventura de los argonautas ocurrió en Lemnos, una isla poblada sólo por mujeres. Como resultado de una disputa entre esposos y esposas, las mujeres habían matado a todos los hombres.
Las mujeres recibieron a los argonautas con gran hospitalidad, y los héroes comenzaron a olvidar su búsqueda; sin embargo, uno de los argonautas se mantuvo firme. Se trataba de Heracles, un héroe conocido por su fuerza física. Heracles persuadió a los otros argonautas para que regresaran al barco y su viaje continuó.
En otra aventura, Heracles defendió el Argo contra seis gigantes armados que atacaron el barco mientras los otros estaban en tierra. Más tarde, en un concurso de remo, Heracles rompió su remo. Mientras cortaba leña para un remo nuevo, su escudero fue secuestrado por una ninfa. Heracles fue en busca del niño y finalmente fue abandonado por los argonautas.
Los Argonautas en la tierra de brebicia.
Cuando los héroes se detuvieron en la tierra de los brebicios, su rey Ámico los desafió, como a todos los que visitaban esta tierra, a una lucha a muerte. Pollux, hijo de Zeus, aceptó el desafío y mató a Ámico.
Los argonautas y Fineo
Los argonautas se detuvieron entonces para ver a Fineo, el rey ciego de Tracia. Fineo era un gran profeta, y accedió a dar consejos a los viajeros, a cambio de que lo librarán de las arpias, criaturas feroces, mitad mujer, mitad pájaro, que le robaban y estropeaban su comida.
Para ello Jason ordenó que se preparara un banquete y cuando las arpías llegaron para arruinar la fiesta, dos de los argonautas, Calais y Zetes, que eran los hijos alados de Boreas, el Viento del Norte, las siguieron. Pero Zeus intervino, ordenando que se perdonara a las arpías, a cambio de que ellas dejaran a Fineo en paz.
El paso por las Simplégades
Tras llegar a la entrada del Mar Negro, los argonautas tuvieron que pasar por las Simplégades. Que eran enormes rocas que se estrellaban entre sí a intervalos aleatorios, destruyendo cualquier barco que intentara navegar a través de ellas.
Siguiendo el consejo de Fineo, los argonautas soltaron una paloma y observaron su curso mientras volaba entre las rocas. La paloma hizo el paso, perdiendo sólo una sola pluma de la cola cuando las rocas se estrellaron. Tan pronto como las rocas comenzaron a separarse, los argonautas tiraron con fuerza de sus remos, siguiendo el camino de la paloma. Cuando casi habían logrado pasar por el estrecho, una gran ola los detuvo. En ese momento, las diosas Atenea y Hera les dieron un empujón y el barco llegó a un lugar seguro. Después, las Simplégades permanecieron separados para siempre.
La llegada a la Colquis
Al llegar a Colquis, Jasón y varios de sus acompañantes, fueron a la corte del rey Aeëtes para pedir el Vellocino de Oro.
La primera persona de la corte en ver a Jasón fue Medea, la hija del rey. Hera, diosa que había actuado como patrona de la búsqueda de Jason, pidió ayuda a Afrodita, la diosa del amor. Afrodita aceptó e hizo que Medea se enamorara de Jasón. Medea era una bruja; por lo tanto, pudo ayudar a Jasón con las dificultades que tenía por delante.
Aeëtes no tenía intención de entregar el Vellocino de Oro, pero fingió estar de acuerdo si Jasón completaba una tarea considerada casi imposible. Jasón debía poner un arado a dos toros que respiraban fuego, y luego plantar un campo lleno de dientes de dragón. A medida que cada diente de dragón era plantado, daba origen a un guerrero con armadura completa se levantaba, el cual Jason tenía que matar.
Medea le dio a Jasón un ungüento mágico que él mismo se frotó para protegerlo de los toros y su fuego. Luego le indico a Jasón que si tiraba una roca en medio de los soldados para confundirlos podía hacer que ellos pelearan entre sí. Siguiendo sus instrucciones, Jason logró completar las pruebas.
Aeëtes le dijo a Jasón que le entregaría el vellocino al día siguiente, pero Jasón y Medea no le creyeron. Prometiendo casarse con ella, Jasón volvió a pedir la ayuda de Medea. Esa noche, ella lo llevó a la arboleda sagrada y puso a la serpiente a dormir con su magia. Jasón tomó fácilmente el vellocino y, con Medea y los argonautas, zarpó de vuelta a través del Mar Negro.
El regreso a casa
Los relatos del viaje de regreso a casa de los argonautas varían según el autor que los narre, Apolonio Rodio por ejemplo señala que que Apsirto el hermano de Medea, bloqueó la desembocadura del Mar Negro, por lo que los argonautas tuvieron que encontrar una ruta diferente de regreso a Yolco.
Las rutas del viaje
Varias versiones de la leyenda coinciden en que los héroes cruzaron el Mar Negro hasta el río Danubio. Después de navegar por el Danubio, recorrieron varios ríos antes de llegar al Mar Mediterráneo. Algunas fuentes dicen que los argonautas fueron al norte, al Mar Báltico. Otros relatan que siguieron el río Rin hasta el Océano Atlántico, o que llegaron hasta el Mar Adriático. A la entrada del Adriático, se encontraron con Apsirto, quien trató de convencer a Jasón de que renunciara a Medea. Jasón se negó y lo mató.
El Argo en el desierto
Los argonautas navegaron por el río Po y por el Ródano. Al estar a punto de llegar a Grecia, el Argo se desvió de su rumbo hacia Libia. Una gran ola varó a la tripulación en el desierto. Por consejo de los dioses, los argonautas llevaron el barco a través del desierto hasta que el dios del mar Tritón les ayudó a colocarlo de vuelta en el Mediterráneo.
Talos el gigante de Creta
Mientras pasaban por la isla de Creta, Talos, el hombre de bronce designado por el rey Minos para proteger la isla, arrojó piedras a los argonautas. Medea respondió matando a Talos con su brujería.
La llegada a casa
Las aventuras de los argonautas continuaron. Cerca de Grecia, el barco estaba envuelto en una oscuridad tan grande que perdieron el rumbo. Apolo envió una flecha ardiente que les mostró el camino a una isla donde podían esperar hasta que volviera la luz.
Por fin, el Argo llegó a casa en Yolco. Los argonautas fueron honrados en toda Grecia, y muchas familias nobles afirmaron más tarde ser descendientes de ellos. Aunque Jasón le entregó a Peleo el Vellocino de Oro, nunca llegó a ser rey.
El Argo un barco mágico
La nave de Jasón, el Argo, estaba hecha de la madera de un roble sagrado y tenía la capacidad de pensar, hablar e incluso predecir el futuro.
El barco tenía un remo para cada uno de los argonautas, que remaban en sus aventuras. Cuando se construyó por primera vez, el Argo se negó a entrar en el mar hasta que el músico Orfeo le cantó y tocó su lira.
Durante la búsqueda, la nave viajó bajo la protección de Hera, Atenea y Apolo. Después, el Argo fue dedicado a Poseidón y colocado cerca de su templo en Corinto. Eventualmente, los dioses convirtieron la nave en una constelación en el cielo.
El mito de los Argonautas en contexto
A lo largo de los siglos, muchos eruditos han intentado trazar la ruta de los argonautas tal como la describieron Homero y otros escritores. Según la historia, los argonautas comenzaron en Grecia y terminaron en la orilla oriental del Mar Negro, en una región ahora conocida como Georgia.
Muchos de los otros lugares mencionados a lo largo del camino, sin embargo, no son tan fáciles de identificar. Los historiadores están divididos en cuanto a si el fantástico viaje de los argonautas se supone que ocurrió enteramente en lugares reales, o si algunos de los lugares fueron inventados por los narradores.
La mayoría de los antiguos griegos nunca viajaron más de un puñado de millas desde su lugar de nacimiento; las historias de los argonautas satisfacían su deseo de oír hablar de exóticas tierras extranjeras, y les advertían que no debían alejarse demasiado de lo que los griegos consideraban áreas civilizadas. Los antiguos griegos eran gente de mar, y Jasón y su tripulación representaban para ellos el coraje y la curiosidad que se requería de marineros y exploradores.
¿Qué temas explora el mito de los argonautas?
Los argonautas simbolizan la voluntad de abrazar la aventura. Cuando Jasón hace un llamado a los héroes para que se unan a él en su búsqueda, reúne a una variedad de personas que buscan la emoción o la gloria. Cada argonauta deja una vida segura y estable a cambio de grandes peligros, el atractivo de las riquezas y la promesa de nuevas experiencias.
Los argonautas en el arte y la vida cotidiana
Muchos escritores se han inspirado en el tema de los Argonautas y la búsqueda de Jasón por el Vellocino de Oro. Entre las antiguas obras griegas se encuentran las Odas Piticas de Píndaro, las Argonáuticas de Apolonio de Rodas y la obra de teatro Medea de Eurípides.
El poeta romano Ovidio mencionó a los argonautas en las metamorfosis. En la Edad Media, Chaucer volvió a contar la historia en la Leyenda de las Mujeres Buenas, y en el siglo XIX, William Morris escribió el largo poema narrativo Vida y muerte de Jasón. La novela de Robert Graves, El vellocino de oro, fue publicada en 1944, y Jason and Medeia, de John Gardner, en 1973.
La historia de los argonautas también ha servido de base para muchas películas, entre las que destaca la película de 1963 Jasón y los Argonautas de Ray Harryhausen, que presentaba efectos visuales innovadores.