¿Cómo Thor consiguió su martillo?

El martillo de Thor era una de las principales armas on las que los Aesir se podían defender de los Jotuns conozcamos como llego a Asgard.

¿Cómo Thor consiguió su martillo?

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Entre los dioses, existía uno, cuyas acciones estaban en el límite de lo aceptable, una deidad traviesa, que fue la causa de muchos problemas y travesuras en sus frecuentes viajes a la tierra, ocasionando con ello graves problemas a los dioses, este dios se llamaba Loki, y dado que era el hermano de Odín, no podía ser desterrado de Asgard, así que los dioses soportaron sus travesuras lo mejor que pudieron. Loki hizo muchas travesuras desagradables y cosas terribles, cosas de las que los dioses nunca oyeron hablar; sin embargo sus travesuras encontraron castigo en una ocasión. Esto fue la vez que le robó a Sif su cabello dorado.

Loki representado en un manuscrito islandés del siglo XII.

Sif era la esposa de Thor, el dios del trueno. Tenía una hermosa cabellera larga que caía sobre sus hombros como una lluvia de oro, y de esto estaba muy orgullosa. Un día Sif se durmió en los escalones del palacio de Thor, y mientras ella yacía allí durmiendo Loki pasó, y le fue imposible evitar hacer una de sus travesuras; aprovechando el sueño profundo de Sif, se acercó suavemente por detrás de ella y le cortó todo su pelo dorado.

Cuando Sif se despertó y vio lo que había sucedido, comenzó a llorar amargamente, porque su pelo bello y dorado, era su orgullo y daba alegría de Thor, además de que tenía miedo de que nadie la quisiera mirar de frente nunca más ahora que su hermoso cabello había desaparecido. Así que se levantó de los escalones donde se había quedado dormida y se fue a esconder en el jardín.

Dibujo de Willy Pogany en la que se retrata a Loki recortando el cabello a Sif. 1920.
Dibujo de Willy Pogany en la que se retrata a Loki recortando el cabello a Sif. 1920.

Cuando Thor llegó a casa, la buscó por todo el palacio, y fue de habitación en habitación llamándola por su nombre. Al no encontrarla en la casa, salió al jardín, y después de buscarla durante mucho tiempo, finalmente encontró a la pobre Sif detrás de una piedra, sollozando amargamente. Cuando escuchó su historia, trató de consolarla lo mejor que pudo, pero Sif siguió llorando y se cubrió su cabeza rapada con los brazos.

"Sé quién hizo esta cosa vergonzosa", gritó Thor, con ira; “fue ese estúpido de Loki”, era normal, los dioses solían culpar Loki por todo lo que pasaba en Asgard, eso en la mayor parte de los casos era cierto, luego Thor se levantó y añadió “esta vez pagará caro sus travesuras”. Saliendo del palacio con una mirada tan amenazadora que incluso los dioses más poderosos podrían haber temblado ante él.

Thor encontró rápidamente a Loki el embaucador, quien obviamente no esperaba ser atrapado tan pronto, y debido a ello no había pensado en buscar un escondite; así que cuando Thor se le acercó de repente, estaba demasiado asustado como para intentar escapar. Incluso olvidó sus mentiras, y cuando Thor lo sacudió con rabia y amenazó con matarlo por sus acciones, no negó que él había robado la cabellera de Sif, solo pidió misericordia y prometió devolver a la diosa el cabello que él le había cortado. Thor lo liberó, después de hacerle jurar que en caso de no cumplir su promesa encontraría la muerte.

Loki, había perdido el cabello que había cortado a Sif, así que para cumplir su palabra a Thor debía encontrar una manera de devolver a la diosa su hermosa cabellera dorada. Existía un solo lugar donde alguien podía hacer un trabajo tan hábil y perfecto como éste, así que Loki cruzó el puente de arcoíris que separaba el abismo entre Asgard y Midgard, y se apresuró a la alta montaña que esconde, entre sus rocas, la entrada al mundo inferior. Nadie excepto un dios, o uno de los propios elfos negros, podría haber encontrado esta abertura oculta, pero Loki la conocía bien. Primero buscó un pequeño arroyo que fluía al pie de la montaña. Lo siguió hasta su nacimiento en una profunda cueva entre las rocas, y cuando llegó al lugar donde este brotaba desde el suelo, levantó un enorme tronco que yacía, aparentemente por casualidad, cerca de él. Esto reveló un pequeño pasaje que conducía al centro mismo de la tierra, rápidamente Loki tomó este pasaje, el camino fue accidentado, a menudo tropezaba en la oscuridad, sin embargo luego de algún tiempo llegó a los dominios de los elfos negros conocidos como hijos de Ivaldi. Estos estaban ocupados en su maravilloso taller, que sólo se iluminaba con el fuego de la fragua, pero cuando vieron a Loki dejaron sus herramientas y le preguntaron cómo podían servirle.

⎯ “Tengo una tarea", respondió Loki, "que requiere una habilidad tan grande para realizarla que apenas me atrevo a pedirles que lo intenten”.

⎯ “Dinos pues hijo de Laufey cuál es esa tarea y nosotros te diremos que tan difícil es hacerla”. Dijo uno de los enanos.

⎯ “Nada menos que una hermosa cabellera de oro, con unos mechones de pelo tan suaves, finos y hermosos como el pelo dorado que adorna la cabeza de Sif, la esposa de Thor. Habéis oído, sin duda, de su belleza, así que sabéis lo difícil que es la tarea que os he encomendado".

Los enanos, sin intimidarse, se pusieron a trabajar de inmediato, y seleccionando un lingote de oro perfecto, lo golpearon muy suavemente, y luego lo hilaron en hilos tan finos que parecían rayos de sol, y tan suaves que se sentían como la seda. Cuando el trabajo estuvo terminado y puesto en manos de Loki, esta nueva cabellera superaba en belleza a todo lo que había visto, y estaba seguro de que Thor no podía quejarse de su don.

Aprovechando su visita este lugar, Loki pensó que sería mejor conseguir otros dos regalos, uno para Odín y otro para Frey, para que así aplacar su ira por aquello que había hecho con la hermosa esposa de Thor.

Los enanos no solían tener problemas en ayudar a Loki ya que les recordaba a sus travesuras, así que cuando el dios les pidió los otros dos regalos, se pusieron a trabajar con gusto en ellos. Reunieron cientos de materiales diferentes para usar en su trabajo.

En poco tiempo entregaron al dios que les esperaba ademas de la hermosa cabellera de Sif, una lanza llamada Gungnir que siempre daba en el blanco por muy mal que se lanzara, y un maravilloso bote llamado Skidbladner, que se podía doblar como un pequeño pañuelo, pero que también podía expandirse lo suficiente como para contener a todos los dioses y diosas de Asgard. Loki estaba encantado con estos regalos y se apresuró con ellos a volver al salón del consejo de Odín donde los dioses se habían reunido para juzgarlo por su cruel trato a Sif.

A pesar del éxito de su empresa, el miedo al temperamento explosivo de Thor mantuvo a Loki bastante humilde, ya que el dios del trueno era conocido por su carácter explosivo.

La cara de Thor era oscura y amenazante cuando Loki se acercó, y a su lado estaba Sif, llorando amargamente, y tratando de cubrir su cabeza con sus manos. Pero Loki se acercó rápidamente y puso el pelo dorado que los enanos habían fabricado, sobre su cabeza. Para asombro de todos, la cabellera se adapto a la cabeza de Sif perfectamente, y se vía tan natural y hermosa, que nadie pudo decir que no era su propio cabello dorado. Así que Sif se sintió orgullosa y feliz una vez más, y Loki fue perdonado.

Loki presnta el cabello creado por enanos para Sif a Thor.
Loki presnta el cabello creado por enanos para Sif a Thor.

Aunque el pelo de oro hilado resultó ser tan perfecto que Loki no tenía nada que temer de la ira de Thor, vio que Odín seguía disgustado y lo miraba con severidad. Así que él astuto dios presentó sus otros dos regalos, y le entregó la lanza a Odín y el bote a Frey. Ambos dioses estaban encantados con el ingenioso trabajo de los enanos; y todos estaba tan ocupados examinando los regalos de Loki que no se fijaron en el enano Brok, que había seguido a Loki a Asgard y ahora estaba a la sombra del trono de Odín.

Imagen de Lorenz Frolich en la que se representa a Odin a aballo llevando en su mano su lanza Gungnir.
Imagen de Lorenz Frolich en la que se representa a Odin a aballo llevando en su mano su lanza Gungnir.

Cuando los dioses aprobaron la lanza mágica y el barco, Brock no pudo contener su ira y gritó:

⎯ "¿No pueden encontrar nada mejor que esos juguetes insignificantes para alabar? Mi hermano Sindri puede hacer cosas mucho más maravillosas que éstas".

Ante esta inesperada y presumida interferencia, Loki reacciono con enojó, ya que eran los regalos que el había conseguido los que estaban siendo puestos en duda, y dijo:

⎯ "Demuéstralo, entonces; porque sé que tu hermano es sólo un estúpido artesano menor. Apostemos que no puedes traer aquí tres regalos mejores que los que desprecias; y el que pierda pagará con su cabeza".

Brok aceptó el desafío y se dirigió de inmediato a la cueva donde Sindri mantenía su forja funcionando noche y día.

Brok Le contó a su hermano la apuesta que había hecho con Loki, y Sindri se rió y prometió que la cabeza del dios colgaría esa misma noche en su cueva como trofeo. Luego encendió un gran fuego en la forja, y mientras el trabajaba con sus herramientas le pidió a Brok que moviese los fuelles lo mas fuerte posible para que las llamas no se apagaran.

Entonces, cuando pensó que había llegado el momento adecuado, Sindri arrojó al fuego un pedazo de cuero de jabalí; y ordenando a Brok que siguiera trabajando en los fuelles, salió de la cueva.

El enano avivó de manera constante el fuego, y la fragua brilló tanto que toda la cueva se iluminó, Brok entonces pudo ver las pilas de oro, plata y las brillantes gemas que yacían por todas partes. Sin embargo de repente, un enorme tábano entró en la habitación; y, al iluminarse su mano, le picó tan fuerte que el enano grito del dolor. Aún así Brok no retiró su mano del fuelle, pues, con la astucia de su raza, sabía que el tábano no era otro que Loki, que había tomado esta forma, con la esperanza de estropear el trabajo de Sindri.

Cuando el maestro herrero regresó, miró ansiosamente a la fragua y vio que el fuego brillaba con la misma intensidad de siempre. Así que murmuró algunas palabras mágicas sobre las llamas y sacó un jabalí dorado. Se lo entregó a su hermano, diciendo que el jabalí tenía el poder de volar por el aire, y arrojaba luz de sus cerdas doradas mientras volaba. Brok estaba tan contento con este regalo que no dijo nada sobre su mano hinchada; y cuando Sindri le pidió que volviera a avivar el fuego con el fuelle, aceptó de buena gana.

El herrero entonces lanzó un trozo de oro a las llamas; y ordenando a Brok que mantuviera el fuego al rojo vivo, volvió a salir de la cueva. Brok comenzó a trabajar más duro que nunca en los fuelles; y mientras el fuego brillaba tanto que parecía la luz del día en la habitación, el tábano voló hacia él y le picó en el cuello. El enano gritó de dolor e intentó librarse de su atormentador, pero aún así se mantuvo fiel a su trabajo y nunca retiro sus manos ni un momento del fuelle. Cuando Sindri regresó, encontró el fuego brillando intensamente, e inclinándose sobre él, sacó de las llamas un anillo de oro fino, que cada nueve noches dejaba caer nueve anillos de oro tan maravillosos como él mismo.

Brok estaba tan encantado con este regalo que casi se olvidó de su cuello herido; y obedientemente guardó su lugar en los fuelles. Entonces Sindri arrojó un trozo de hierro al fuego, y ordenando a su hermano que trabajara constantemente en su tarea -porque este era el regalo más importante de todos- salió de la cueva. Brok agarró el fuelle con firmeza, y comenzó a trabajar con todas sus fuerzas. Justo cuando las llamas saltaban con mas fuerza y la habitación parecía iluminada por un millón de velas, el tábano voló hacia Brock y le picó entre los ojos.

El pobre enano sintió un profundo dolor por la herida y noto que algo de sangre le llegaba hasta los ojos. Pero aunque estaba aturdido y ciego, dado que la sangre apenas le permitía ver el fuego, siguió trabajando tenazmente en el fuelle, sólo levantando una mano por un momento para limpiarse la sangre de los ojos. El fuego que había estado ardiendo con toda la intensidad, durante ese instante ardió con menos fuerza, y Sindri, que acababa de entrar en la habitación, empezó a regañar a su hermano por su descuido. Entonces el herrero sacó del fuego un poderoso martillo, perfecto en todos los sentidos, excepto que el mango era demasiado corto, debido a que Brok había levantado su mano un momento del fuelle.

Brok y Sindri ante el tercer regalo el martillo de Thor, el Mjolnir, se pueden ver sobre la mesa tambien al jabalí Gullinbursti, la lanza Gungnir, el brazalete Draupnir y el barco Skidbladnir.
Brok y Sindri ante el tercer regalo el martillo de Thor, el Mjolnir, se pueden ver sobre la mesa tambien al jabalí Gullinbursti, la lanza Gungnir, el brazalete Draupnir y el barco Skidbladnir.

Sindri le dio los tres regalos a su hermano, y le ordenó que se apresurara a ir a Asgard, y que trajera de vuelta la cabeza de Loki como pago por la apuesta perdida.

Cuando el enano llegó a la sala del consejo de Odín, los dioses se habían reunido para decidir el concurso, ya que todos estaban ansiosos por ver qué regalos había enviado Sindri. Brock entregó el anillo llamado Draupnir a Odín, quien lo alabó mucho y dijo, "Ahora, nunca me faltará el oro". Frey estaba encantado con su regalo el jabalí dorado llamado Gullinbursti y dijo que sería mucho más entretenido montar en su espalda que en el barco mágico que Loki le había entregado. Finalmente Brok le dio el maravilloso martillo Mjölnir a Thor, diciendo, "Aquí hay un martillo que puede aplastar montañas, puede causar relámpagos y truenos cuando se balancea en el aire, y siempre volverá a tu mano sin importar cuán lejos lo arrojes". Entonces el enano se volvió hacia Odín y dijo: "Decide ahora entre Loki y yo, oh Sabio, y declara cuáles son los regalos que más valen para Asgard".

Aunque los dioses se mostraron reacios a condenar a uno de ellos a favor de un enano, no se discutió el hecho de que el martillo de Thor valía más que todos los regalos de Loki, ya que significaba una protección segura para Asgard de los ataques de los gigantes de hielo. Así que Odín declaró que Brock había ganado la apuesta, y que Loki debía pagarla con su cabeza.

Loki no tenía intención de someterse a este decreto, así que primero ofreció al enano una gran suma de dinero como rescate; pero Brock rechazó airadamente los tesoros, e insistió en que el trato debía cumplirse.

Entonces Loki gritó: "Bueno, primero debes atraparme", y se apresuró a ponerse sus zapatos mágicos, que podían llevarlo por el aire y por el agua con una rapidez maravillosa. Como Brok sabía que nunca podría atrapar al fugitivo, se puso negro de rabia y se volvió hacia Odín, gritando, "¿Es esta la forma en que los dioses cumplen sus promesas, o la palabra de Odín se hace respetar?” Toda la comunidad sabía bien que una promesa hecha por ellos, aunque sea por Loki el embaucador, debía ser considerada sagrada, así que Odín envió a Thor tras Loki.

En su veloz carroza, arrastrada por cabras blancas como la nieve, el dios del trueno fácilmente superó al fugitivo y lo trajo de vuelta a Asgard. Entonces Loki vio que debía salvar su vida con astucia, y le dijo a Brock, “Haz ganado mi cabeza, esta bien, pues tómala, pero no puedes tocar mi cuello, ya que esta parte de mi cuerpo no estaba incluida en la apuesta”.

Como con ello era obviamente imposible quitarle la cabeza a Loki, el enano sabía que había sido burlado por el astuto Loki, así que se marchó molesto, lleno de rabia y decepción. Pero antes de dejar Asgard, sacó de su bolsillo un punzón y una cuerda, y cosió los labios de Loki para que, al menos por un tiempo, el astuto dios no pudiera hacer alardear de su triunfo a nadie.

Fuentes consultadas:

  • Lerate, L. (Ed.). (1986). Edda mayor (Vol. 165). Alianza Editorial. La Edda mayor esta disponible online en ingles en https://en.wikisource.org/wiki/Poetic_Edda
  • Sturluson, S., & Lerate, L. (1984). Edda menor (Vol. 142). Alianza. La Edda menor esta disponible online en https://en.wikisource.org/wiki/Prose_Edda
  • Colum, P. (1920). The Children of Odin: Nordic Gods and Heroes. Barnes & Noble.
  • Page, R. I. (1992). Mitos nórdicos (Vol. 4). Ediciones AKAL.
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